Esta es la cara que más se ha repetido en nuestro campamento de verano, esa cara de
asombro, de alegría, de entusiasmo… esa que es la gasolina para después tener fuerzas para comerse el mundo. Porque desde pequeños nos gusta sembrar esas ganas de soñar que tan bien nos viene de mayores 😉
A eso, hemos dedicado este verano. A crear una familia, un ambiente hogareño, y a hacer actividades divertidas y novedosas donde lo importante siempre ha sido el trabajo en equipo y el disfrute colectivo.
Desde el 16 y hasta el 22 de julio casi una veintena de niños han disfrutado de nuestro ya tradicional campamento del Albergue Los Mesones de Ledesma
( y podido disfrutar de unos días llenos de juegos y diversión.
Ha habido tiempo para todo, montar en piragua, practicar escalada (ya que muchos de los niños participan durante el curso en nuestra escuela de montaña , talleres (principalmente de reciclaje por eso de ir inculcando valores medioambientales desde
bien pequeños), deportes varios, chapuzones en piscinas y rio…
Y bueno, también ha habido tiempo, para descubrir diferentes misterios: el Misterio del Tiempo volvió a Ledesma y uno muy especial… ayudar a El Principito a arreglar su avión y poder volver a su asteroide… ¡B.612!
Dar las gracias a esas familias, que confían año tras año en B.612 para que sus hijos disfruten de estos días tan especiales para ellos. Y a los monitores que han sabido llevar esa alegría a los niños. Gracias a todos… y ¡hasta el verano que viene!
Aquí un pequeño video… de lo que ha dado de sí esta gran semana: