Soy Inés, una persona normal, que actualmente trabaja, es madre de familia, amiga de mis amigos, y con ganas de seguir creciendo. Recuerdo toda mi vida vinculada a juegos, asociaciones, colectivos, campañas…
Era la típica niña que salía de casa (cuando a los niños dejaban salir solos de casa) y cuando volvía tenía a mi madre preparada con los parches para el pantalón, la Mercromina para mis heridas …., pero lo recuerdo con cariño, hay que jugar, hay que salir de aventura, hay que caerse y volverse a levantar, hay que descubrir cosas nuevas y gente nueva… Recuerdo mis primeros campamentos como chavala, recuerdo el primer campamento al que fui como monitora (aunque fuera sin título) … Me acuerdo de mi asociación de estudiantes, el Consejo de la Juventud, de YMCA, de mis scouts, mi actual asociación de Mujeres …
Siempre he creído en que el asociacionismo, el voluntariado y la participación en las entidades define el tejido social de un pueblo, una ciudad, y todo esto a través de jóvenes, muchos de ellos monitores y coordinadores que a través de sus actividades y programaciones consiguen transformar ese entorno al que pertenecen en un buen lugar, y siempre jugando.
Y cómo para jugar hay que conocer las reglas de juego, es importante tener herramientas, recursos, en qué momento darle un toque de atención a un niño, o ese abrazo especial de energía, o cómo pelear con las administraciones, hay que saber cómo, y esto sólo se consigue con formación que nos dará pie a experiencias y vivencias únicas.
A lo largo del tiempo he hecho muchos cursos, jornadas, seminarios, y llegó un momento en que me tocó empezar a trasladar todo eso que tenía acumulado, eso sí, sin dejar de jugar y de seguir aprendiendo más y más.
Y cómo dijo un gran hombre: “No te conformes con el qué, sino que logra saber el porqué y el cómo” (Baden Powell).